Jury's VERDICT

 

Once the deliberations came to an end, Lucía Pizzani was announced as the winner of the XII Edition of the Eugenio Mendoza Award. Her art piece entitled About the Unknown of the Seine and other Ophelias reveals- according to the jury’s verdict: The poetics of the archive are inscribed and renewed within the metaphors about the human kind’s existential issues, from the tragedies of the individual body to the social body. This approach properly addresses the use of video, performance, historical reference, sculpture and graphics, in order to achieve a delicate, yet wholesome, narrative about the cycles and refraction of life and death.

Text by L. Pizzani:

This piece takes on the story of The unknown of the Seine: the death mask of a young woman who drowned in the Seine river around 1880 and whose face became famous among 20th Century writers and artists, specially the surrealists. The case has been assumed as a suicide, even though there is no concluding evidence for this. It is also a mystery the way in which her face retained an expression of gladness and a certain beauty; being the reason why, according to the legend, the medical examiner was inspired to commission the making of her mask. Her story was forgotten in the midst of time but I bring it forward once more weaving it together with similar cases of our day in which women have leapt into rivers. The reasons vary from the dilemmas of modern life that many women go through, to cases of violence and depression. But the thing all these stories share is the fact that they all fall into oblivion. The art installation is based in the relation between the poetic –even romantic– notion of Hamlet’s Ophelia and the rawness of the current day stories exhibited.

In his book “La Belle Noyée” (The drowned beauty), Bertrand Tillier sustains that The Unknown of the Seine crystallizes the urban imaginary of the XIX Century because of her multiple identity, her obscured origins and her plural history. This gypsum mask, also exhibited at the installation together with a series of monotypes created from her image, belongs to the so called “age of reproduction”. Rescued as an object and an enigma, the story of the mask’s cast can be compared with photography, both being despised for being merely illustrative and documentary methods, that functioned outside of the artistic object’s system. 

Currently, the most accepted theory is that the drowned young woman was a model posing as a dead person. Her life was immortalized in the mask, as happened with historic personalities such as Napoleon. In this case it was a stranger, an anonymous woman that belongs to the Ophelia tradition, portrayed by many. The video in my piece shows four bodies that fall into the water, recreating the death and resurrection of these stories at the same time, for these women come to life once more before the audiences. The video emulates the power of resurrection attributed to the imagery of the death masks. The white and unpolluted mask, with eyes closed and a mild smile, is a perfect duplicate of the unknown woman. The duplicate that conquers death.

veredicto del jurado

La obra parte de la historia de La Desconocida del Sena, una máscara mortuoria de una jóven que se ahogó en el río Sena alrededor de 1880, y  cuyo rostro se hizo famoso entre artistas y escritores después de 1900, especialmente entre los surrealistas. Aunque se sospecha que fue un suicidio no hay datos concretos sobre ello, y tampoco como fué que mantuvo facciones plácidas y esa belleza que inspiró al forense a mandar a hacer la mascara, como cuenta la leyenda…Su historia quedó olvidada en el tiempo. Yo la retomo al hilarla con casos de nuestra contemporaneidad sobre mujeres que se han lanzado a ríos, por los dilemas que presenta la vida moderna para muchas de nosotras, o por casos de violencia y otros de depresión, quedando casi todas ellas en el olvido. La instalación se desarrolla entre esa idea poética —e incluso romántica— de la Ofelia de Hamlet y crudeza de las historias actuales exhibidas.

Texto por L. Pizzani

En su libro “La Belle Noyée” (La bella ahogada) Bertrad Tillier afirma que la Desconocida del Sena cristaliza el imaginario urbano del siglo XIX debido a su identidad múltiple, sus orígenes oscuros, y su historial plural. Esta máscara de yeso, que también puede ser apreciada en la instalación junto a una serie de monotipos creados con su imagen, pertenece a la llamada “era de la reproducción”. Rescatada como objeto y enigma, su historia como molde puede ser comparada con la de la fotografía ya que fueron despreciados por ser medios ilustrativos o documentales que operaban fuera del sistema de los objetos artísticos.

Actualmente la teoría más aceptada es que la jóven ahogada era una modelo posando como muerta. Su vida se inmortalizó en la máscara, como lo hicieron personajes históricos como Napoleón. En este caso fue una desconocida, una anónima que se inscribe en la tradición de la Ofelia, retratada por tantos. En el video que se muestra en mi obra, cuatro cuerpos caen al agua recreando la muerte y al mismo tiempo siendo la resurrección de las historias de estas damas que vuelven a vivir ante la audiencia. El video emula el poder de resurección que se le asigna al imaginario de las máscaras mortuorias. La máscara blanca e inmaculada, con los ojos cerrados y un gesto de medio sonreir es el doble perfecto de la jóven desconocida, es el doble que vence a la muerte.

cita de la curadora TAINA CARAGOL, MAY 13TH 2013:

La disposición de las obras en ese espacio le hace un eco poderoso a tu propuesta: los monotipos con el rostro que aparece y se desvanece, la máscara, que es la visualización más concreta en ese espacio iluminado, que precede la plena oscuridad donde el cuerpo penetrar el agua. Luego el burbujeo. Y los clippings afuera: la evidencia de este acto de desespero en la vida actual de muchas mujeres. Desenmascaraste el suicidio estetizado del siglo xix, revelando sus facciones contemporáneas.”